En los altos Andes las condiciones medioambientales son extremadamente hostiles, con altitudes superiores a los 3800 metros (o 12 500 pies) sobre el nivel del mar, y los agricultores están sometidos periódicamente a sequías, olas de frío e inundaciones. La vegetación es escasa y los medios de subsistencia se limitan a la cría de ganado y al cultivo de papas nativas. En Perú, las 170 000 familias que viven en los altos Andes son las más golpeadas por la pobreza en el país. Las variedades de papas nativas adaptadas a estas condiciones se encuentran actualmente en peligro de perderse. El desarrollo técnico y la investigación científica sobre las papas nativas están sorprendentemente poco desarrollados en la región andina, a pesar de que fue allí donde se originó el cultivo de la papa hace más de 10 000 años. Las papas nativas tienen una serie de ventajas sobre las variedades comerciales, entre ellas sus excelentes cualidades culinarias, su buen sabor, su bajo contenido en agua y azúcar y su alto contenido en materia seca, proteínas y minerales. Son fáciles de cocinar, freír y procesar, y la gente está dispuesta a pagar precios más altos por ellas. No obstante, su rendimiento es bajo debido a algunos problemas que deben solucionarse, como la infección por virus y la susceptibilidad a plagas y enfermedades. Estos problemas se abordarán facilitando a los agricultores la experimentación y validación de métodos de producción de papa basados en conocimientos indígenas ancestrales combinados con técnicas modernas y una rigurosa investigación científica. Se hará especial hincapié en el uso de semillas de calidad libres de virus, en la gestión ecológica del suelo y en el manejo integrado de plagas y enfermedades. El proyecto también se enfocará en los mecanismos necesarios para aprovechar las oportunidades de mercado. El proyecto tratará de adaptar un modelo de extensión sostenible desarrollado por el Grupo de Desarrollo de Tecnología Intermedia (ITDG por sus siglas en inglés); los promotores campesinos formados por el proyecto pasan a prestar servicios agrícolas independientes (es decir, asesoramiento técnico de campesino a campesino) basados en las relaciones sociales, culturales y económicas propias de la economía campesina andina. El objetivo del proyecto es aumentar la seguridad alimentaria de las comunidades nativas quechuas y aymaras de la región altoandina del sur de Perú mediante la mejora de la producción y comercialización de variedades nativas de papa. A corto plazo, el área del proyecto se dirigirá a 600 familias pertenecientes a las comunidades quechuas de la provincia de Cuzco, pero a mediano plazo se espera que llegue a la totalidad de las 1500 familias que viven en la región objeto del proyecto.