Presentaciones:
Resumen
Para lograr avances en nuestro entendimiento sobre dinámicas de cambio actuales y la capacidad adaptativa de los pequeños agricultores en las zonas alto-andinas del Perú, una colaboración entre científicos, agricultores y la ONG Yanapai documentó la distribución contemporánea de la biodiversidad de la papa nativa a nivel de parcela, comunidad y paisaje en dos regiones contrastantes de los Andes centrales del Perú –Huancavelica y Pasco- durante la campaña de 2012 a 2013; y estudió fuentes de vulnerabilidad socio-ambiental e impactos mediante indicadores contextualmente derivados. El uso de diversas herramientas -encuestas a nivel de hogar, registros a nivel de parcela y mapeo participativo (GIS)- permitió demostrar la naturaleza altamente específica y local de la vulnerabilidad: en la región Huancavelica la altitud es determinante, mientras que en la región Pasco fuente de semilla y tizón tardío son factores esenciales. Rendimiento surgió como indicador de impacto por estrés ambiental en Pasco –pero no en Huancavelica- aunque su relación con número de variedades no fue significativa. Lógicas mixtas de planificación agrícola –autoconsumo y mercado; familiar y colectiva- caracterizan los sistemas de la pequeña agricultura de la papa nativa en ambas regiones, donde la diversidad de variedades y mecanismos de adaptación en los sistemas de manejo (ej. dispersión longitudinal y altitudinal de parcelas, rotación de sectores) perduran a pesar de diversas fuentes de cambio cuyos impactos, como ocurre con la variabilidad y cambio climático, no son lineares ni estáticos (migración, fuentes de empleo en minería y construcción, diferentes grados de articulación con el mercado y volatilidad de precios). El estudio ayudó a corroborar el carácter heterogéneo de la pequeña agricultura alto-andina, y a desmitificar algunos supuestos. La evidencia empírica no demostró una relación positiva y directa entre diversidad y rendimiento en un contexto de estrés ambiental. Sin embargo, la estabilidad relativa de rendimiento versus el rendimiento óptimo de algunos genotipos de papa a estresores como helada y tizón tardío es una posibilidad. La mayor articulación con el mercado en la región Pasco no ha desplazado el cultivo de una amplia diversidad de papas nativas, aunque si se aprecia la priorización y especialización de dos variedades nativa-comerciales (Huayro moro, Chaulina) y dos variedades mejoradas (Negra andina, Yungay). La naturaleza temporalmente limitada del estudio, al tratarse de una sola campaña agrícola, no permite establecer conclusiones definitivas, pero puede servir como señalización (mediante indicadores ajustados a escalas y regiones específicas) de fuentes de vulnerabilidad y estrategias de adaptación actuales y en un futuro de mayor incertidumbre climática. En este sentido, la presión de plagas y enfermedades asociada a cambios en las condiciones ambientales (temperatura y humedad relativa) y socio-económicas (mas áreas dedicadas al monocultivo de papa nativa-comercial) se extiende y agudiza, y los pequeños agricultores intensifican el uso de funguicidas y plaguicidas como respuesta inmediata. Los sistemas de rotación que se mantienen a nivel comunal (cuya duración se ha visto acortada) probablemente tardarán en responder al efecto agregado de estrés biótico y abiótico, por lo que se hace necesario identificar variedades de papa resistentes a la helada y tizón tardío. Por otro lado, como han sugerido algunos agricultores, y pese al complejo número de restricciones, los cambios pueden ofrecer oportunidades adaptativas y ventajas comparativas para otro tipo de cultivos, siempre y cuando estas se articulen con políticas de estado flexibles y sensibles a las realidades específicas regionales.
Resumen
La vegetación predominante del altiplano Sur son arbustos y pastos nativos que se desarrollaron por milenios en un débil equilibrio. Durante las últimas décadas, el cambio climático y la acción antrópica están afectando negativamente sobre las especies nativas provocando la pérdida de la vegetación nativa y una desertificación acelerada. Si no se toman las decisiones ahora, está en riesgo la sostenibilidad de la producción de quinua y la crianza de camélidos como también de la vida silvestre. Con tales antecedentes, se ha estudiado la biología reproductiva de las especies nativas, su adaptación, fisiología de semilla, usos actuales y potenciales para emprender acciones de repoblamiento dirigido en un contexto de cambio climático. Se describen las especies Parastrephia lepidophylla, P. lucida, P. quadrangualre, Senecio clivicolus, Lupinus ssp, Festuca ortophylla, Stipa icchu, y Nassella neesiana. En base a los avances alcanzados, se presenta las opciones del repoblamiento dirigido en sistemas de producción de quinua y las experiencias preliminares con algunas especies nativas.
Impacto del cambio climático en sistemas de bofedales. Alejandra Dominiq, Agua Sustentable
Resumen
Los bofedales altoandinos, representan uno de los tipos de vegetación nativa más productiva del altiplano. Sin embargo, están seriamente amenazados por el cambio climático ya que dependen del flujo de agua constante, la que es provista en su mayoría por la precipitación anual y derretimiento de los glaciares (Squeo et al 2006; Yager et al 2008; Ruthsatz 2012). En vista de estas amenazas, es importante reconocer cómo la gestión local y las prácticas de manejo de bofedales se están adaptando para enfrentar los desafíos del cambio climático (Pinto -Romero 2011; Verzijl y Guerrero Quispe 2013).
Análisis multitemporales efectuados para los nevados del Parque Nacional Sajama entre el período 1986 al 2011 constataron que existe una reducción del 41% en las áreas glaciales del área protegida, lo cual influye en las funciones de regulación de caudales y represamiento de agua que acontecen en los bofedales altoandinos, los mismos que han sido estudiados determinando que tienen un patrón claro de conservación de caudal por tres y cinco meses. Así mismo, se ha estudiado que los bofedales de la cuenca del río Mauri y Desaguadero, determinando una alta sensibilidad estacional relacionada con las precipitaciones. Los bofedales andinos son comúnmente utilizados por las comunidades indígenas, que dependen de ellos para la producción ganadera. Las decisiones relativas a la gestión de los humedales andinos implican la participación activa de la población local. En consecuencia, cualquier acción para hacer frente a los nuevos retos, requiere ser implementada en coordinación y concertación con los actores locales. Este proceso de decisión requiere la comprensión de las dinámicas socioeconómicas y culturales que se desarrollaron entorno a la gestión local de bofedales. Para las comunidades andinas, el territorio comunal es una unidad que se gestiona de forma integrada, la vinculación de todos los recursos naturales, la biodiversidad y todos sus componentes de manera complementaria. Los bofedales se insertan en este "sistema de gestión de territorio", que se define como un área geográfica en la que opera y reproduce la cultura de los pueblos indígenas. Los estudios de caso realizados, permiten visualizar y comprender la totalidad de los elementos en el sistema mediante el uso de la metodología de mapeo de derechos (Agua Sustentable, 2012). Así se determinó quién toma las decisiones sobre la gestión del agua y los bofedales, identificando las decisiones a nivel familiar y a nivel comunitario. Las organizaciones colectivas indígenas son importantes para la gestión del sistema a escala regional y determinantes para enfrentar los riesgos asociados con el cambio climático en los ecosistemas sensibles como son los bofedales. Con el fin de poner en práctica las intervenciones exitosas y sostenibles a largo plazo, es importante tener en cuenta los recursos hídricos y los bofedales como un bien público, sin perjuicio de los derechos (individuales, familiares y comunitarios), sino también de las obligaciones y deberes de las comunidades y el estado.
Resumen
La vulnerabilidad de los recursos hídricos bajo escenarios climáticos en Perú, es generalmente vinculado a la menor disponibilidad de agua al retirarse los glaciares andinos. Sin embargo, el retroceso glaciar esconde procesos cuyo impacto va más allá que una disminución de la reserva hídrica en el hielo. Una de ellas es la extrema erosión que sufren áreas recientemente desglaciadas, y la acumulación del material erosionado en bofedales altoandinos ladera abajo. Una medida de adaptación al retroceso glaciar, debe ser la protección específica de las zonas donde se ha retirado nieve y hielo, para que estas se cubran lo más rápidamente posible con cobertura vegetal. En la cuenca alta del Río Cachi, existen experiencias interesantes de protección y crianza del agua que pueden extender su accionar a estas áreas de particular vulnerabilidad, para beneficio de la población altoandina, y de usuarios aguas abajo, como el sistema de riego Cachi y la ciudad de Ayacucho.