La forma como influyen las características de los paisajes agrícolas («agropaisajes») en los servicios de control biológico prestados a los pequeños agricultores es una cuestión importante en el campo del manejo de plagas. Se cree que la intensificación de la agricultura altera la capacidad de los ecosistemas para proporcionar servicios de control de plagas, pero se han reportado resultados contradictorios. Una de las principales hipótesis es que el uso de plaguicidas y/o la disminución de la diversidad vegetal reducen las poblaciones de enemigos naturales. Esta hipótesis ha sido ampliamente probada, pero rara vez mediante las escalas temporales o espaciales relevantes para los cambios en el estatus de las plagas y los antagonistas asociados con la intensificación agrícola. Este proyecto pondrá a prueba esta hipótesis con el estudio de las plagas del chocho y sus antagonistas (depredadores y parasitoides) en Ecuador. El chocho es una leguminosa nativa importante y poco investigada en el sistema agrícola de los altos Andes. El proyecto mejorará el manejo de las plagas del chocho, reduciendo así el uso de pesticidas en esta importante leguminosa nativa. Para ello, el proyecto utilizará una novedosa combinación de investigación básica, aplicada, observacional y experimental que tiene en cuenta tanto los factores biofísicos como los socioeconómicos. Esto permitirá ciclos de aprendizaje más rápidos y posiblemente más sólidos que avanzar secuencialmente por los procesos de investigación. En concreto, el proyecto examinará el efecto que sobre el biocontrol de plagas ejerce la gestión del hábitat de cultivo por parte de las comunidades de agricultores (individuos o grupos), a varias escalas (dentro del campo, entre campos vecinos y a una escala de paisaje más amplia).