PROYECTO

Sistemas de quinua V

Organización lider

PROINPA

País

Ciclo:

Primer año de financiación

Por su valor nutricional, económico y sociocultural, la quinua es el principal cultivo de las regiones semiáridas y áridas del altiplano boliviano. Los agricultores interactúan con instituciones públicas de investigación, universidades y ONG a través de diversas asociaciones y como agentes independientes. El principal objetivo de la mayoría de los actores es la venta de quinua orgánica a mercados extranjeros y a programas sociales nacionales. Ciertas instituciones y organizaciones contribuyen además a la generación de innovaciones y a su difusión. El cambio climático y las prácticas insostenibles de producción de quinua están poniendo en peligro el sistema, lo cual se hace más evidente en las tierras altas, donde las precipitaciones son escasas (entre 200 y 500 mm al año), ya que la sequía afecta drásticamente la productividad de la quinua. Asimismo, las poblaciones de plagas están aumentando debido a las temperaturas más elevadas, lo que lleva a la aplicación de agroquímicos que contaminan el grano y el medio ambiente. Esto sumado a que los sucesivos monocultivos de quinua no permiten la reposición de la materia orgánica del suelo, lo que provoca el deterioro de la salud de los suelos. La expansión de la frontera agrícola, el uso del arado de discos y la falta de prácticas de labranza mínima provocan altos niveles de erosión eólica, lo cual lleva a la desertificación. Para adaptarse a estas condiciones los agricultores necesitan variedades tempranas y tecnologías que mejoren la productividad. Las empresas del sector requieren tecnologías de gestión sostenible de los ecosistemas agrícolas, basadas en principios agroecológicos que mejoren la calidad del grano y reduzcan la contaminación. PROINPA, con el apoyo de la Fundación McKnight, ha generado alternativas (por ejemplo barreras multipropósito, agentes de biocontrol, etc.) que son utilizadas por los agricultores y por entidades comerciales. Sin embargo, se está pidiendo que se reduzcan los procesos erosivos y se mejore la fertilidad del suelo con insumos locales, para lo cual es necesario analizar los insumos biológicos locales con el fin de hacerlos más eficientes. También se requiere utilizar mejor la agrobiodiversidad local para seleccionar variedades tempranas de quinua y especies autóctonas que puedan ayudar a los agricultores a adaptarse a la variabilidad del clima y al cambio climático, en el momento actual y en el futuro (heladas, sequía, etc.). La polilla de la quinua sigue ocasionando elevadas pérdidas de cosechas. Las redes de agricultores investigadores se consideran una estrategia clave para generar y evaluar opciones de manejo de cultivos y plagas.